domingo, 13 de enero de 2013
El comercio de huevo de tortuga no es una Cultura
Las costas oaxaqueñas en México han sido, por décadas, el escenario donde cientos de tortugas golfinas (Lepidochelys Olivacea) arriban buscando resguardo para sus crías. No obstante, su captura y el saqueo de sus huevos han cambiado drásticamente su situación, reduciendo su población dramáticamente a partir de los años ochenta.
Según datos oficiales de la SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) en el 2007, las tortugas se encuentran genéricamente clasificadas como especies en peligro de extinción y por tal motivo han sido integradas en el libro rojo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, y en las listas de los apéndices I y II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.
La zona mexicana donde ocurre esta problemática abarca los municipios de Tehuantepec, Juchitán y Salina Cruz, del estado de Oaxaca; donde es fácil encontrar mercados y restaurantes que ofrecen, con toda impunidad, cientos de huevos de tortuga golfina, mientras en sus playas yacen los cadáveres de tortugas previamente rastreadas para facilitar la detección de sus crías.
A pesar del esfuerzo de varios grupos civiles, organizaciones gubernamentales y autoridades, la venta ilegal de huevos de tortuga sigue siendo una amenaza para las especies que anidan en nuestras playas.
Este tipo de venta es ilegal en el país y quienes comercien con productos de Tortugas Marinas se exponen a una pena de entre tres meses y dos años de prisión, según el artículo 6 de la Ley de Protección, Conservación y Recuperación de las Poblaciones de Tortugas Marinas. Quienes comercian el producto argumentan que es parte de su cultura.
En Oaxaca , Colima y Guerrero la venta clandestina de este producto parece no tener fin. Autoridades locales reconocen que no se ha logrado frenar esta actividad ilegal que atenta contra la supervivencia de las tortugas y, por tanto, el equilibrio de los sistemas ecológicos.
fuente: http://www.animanaturalis.org/n/8016
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